Un nuevo Rincón del MAME, para revisar otra de las excelentes joyitas que oculta este catálogo, aunque esta vez se trate de un juego que quizás resalte por sobre otros por lo llamativo que es visualmente, como también por su nombre.
Es un juego que, si bien voy a profundizar más adelante sobre esto, puedo decir que es bastante frustrante, pero vamos a presentarlo y después comienzo con el análisis. Hoy: Alex Kidd: The Lost Stars.
Es un juego que, si bien voy a profundizar más adelante sobre esto, puedo decir que es bastante frustrante, pero vamos a presentarlo y después comienzo con el análisis. Hoy: Alex Kidd: The Lost Stars.
Este juego, desarrollado y publicado por Sega en 1986, contó con una versión para Master System en 1988 y en 2009 fue lanzado para la Consola Virtual del Wii.
Estamos ante un juego de la saga de la mascota de Sega anterior a Sonic, cuyo argumento es, simplemente, que Alex Kidd y Stella (¿amiga? ¿novia?) se lanzan en una aventura en busca de los doce signos zodiacales.
Bueno, como muchos juegos de esa época, a decir verdad, el argumento mucho sentido no tiene, pero eso no era importante, lo importante era lo que el juego tenía para ofrecer, y en este caso, es bastante.
The Lost Stars es un juego de plataformas, muy de la vieja escuela, y con esto me refiero a que es bastante… complicadito. Vale aclarar que, a su vez, es bastante diferente a otros juegos de la misma saga, o al menos los que he conocido, donde juntamos dinero para comprar objetos, luchamos contra jefes de escenas, etc.
Alex Kidd tiene una jugabilidad diferente, pero profundizaré en ella en su apartado correspondiente.
The Lost Stars es un juego de plataformas, muy de la vieja escuela, y con esto me refiero a que es bastante… complicadito. Vale aclarar que, a su vez, es bastante diferente a otros juegos de la misma saga, o al menos los que he conocido, donde juntamos dinero para comprar objetos, luchamos contra jefes de escenas, etc.
Alex Kidd tiene una jugabilidad diferente, pero profundizaré en ella en su apartado correspondiente.
En cuanto a lo musical y sonoro, digamos que el juego no destaca mucho, pero tampoco tiene mal sonido ni mucho lejos. Acá es cuando uno se da cuenta que muchas veces la calidad del sonido no tiene nada que ver con la calidad de las melodías. Trayendo, por ejemplo, la música del Jungle King (ya revisado en esta misma sección), que tiene una melodía pegadiza, bastante recordable, aunque con efectos de sonido bastante malos, podemos demostrar esto que estoy diciendo. La calidad sonora de este Alex Kidd es muy decente, no hay sonidos que desencajen, ni elementos chillones ni nada por el estilo, pero sí debo decir que las melodías no pasan con gloria, y probablemente las olviden luego de haber jugado.
Si bien la música es un elemento que, en caso de ser de gran calidad, le agrega mucho puntaje al juego, es difícil que la música haga restarle puntos, tiene que ser MUY molesta. Pero no, en Alex Kidd esto no pasa. La música y los efectos de sonido aportan lo que tienen que aportar, pero nada más.
Si bien la música es un elemento que, en caso de ser de gran calidad, le agrega mucho puntaje al juego, es difícil que la música haga restarle puntos, tiene que ser MUY molesta. Pero no, en Alex Kidd esto no pasa. La música y los efectos de sonido aportan lo que tienen que aportar, pero nada más.
Lo gráfico es un apartado que sí es destacable. Como ven en las fotos, los tamaños de los personajes es adecuado y están bien dibujados. No hay colores fuertes, son todos suaves y todos encajan a la perfección.
Los escenarios también, son todos totalmente diferentes entre sí, con sus elementos y demás.
Pero creo que el verdadero plato fuerte de este título está en la jugabilidad.
El juego se divide en doce escenarios, uno para cada signo zodiacal, pero en realidad son seis. Cada escenario tiene su temática, como el primero que es en un mundo de juguetes (o eso parece), otros como un mundo de terror, el espacio exterior, incluso el interior de una criatura, empezando por la boca y sus dientes, hasta llegar al estómago y los intestinos. Eso es interesante, porque cada escenario tiene sus detalles dignos de admirar, y que uno puede pasar por alto, por eso son detalles. Una vez pasados los primeros seis escenarios, el juego volverá a comenzar, con más dificultad, y una vez vueltos a pasar, el juego terminará.
Los escenarios también, son todos totalmente diferentes entre sí, con sus elementos y demás.
Pero creo que el verdadero plato fuerte de este título está en la jugabilidad.
El juego se divide en doce escenarios, uno para cada signo zodiacal, pero en realidad son seis. Cada escenario tiene su temática, como el primero que es en un mundo de juguetes (o eso parece), otros como un mundo de terror, el espacio exterior, incluso el interior de una criatura, empezando por la boca y sus dientes, hasta llegar al estómago y los intestinos. Eso es interesante, porque cada escenario tiene sus detalles dignos de admirar, y que uno puede pasar por alto, por eso son detalles. Una vez pasados los primeros seis escenarios, el juego volverá a comenzar, con más dificultad, y una vez vueltos a pasar, el juego terminará.
El control es bueno y suave, no tengo ninguna queja al respecto. El salto hace acordar mucho a Castlevania, en el sentido de que es muy difícil de manejar una vez que el personaje está en el aire. La única queja que tengo respecto al control es en la escena que se desarrolla bajo el agua, que realmente se vuelve dificultoso y tedioso, y creo que aún no termino de entender cómo manejarlo bien del todo.
En los escenarios nos vamos a cruzar con todo tipo de enemigos, de los más inimaginables, como letras que forman un ladrido que sale de un perro, demonios que nos muestran su trasero, etc. También encontrarán ciertos objetos que pueden ayudar a Alex y a su novia en la travesía de los escenarios, desde objetos que dan puntos, hasta otros que nos permitirán disparar siluetas del personaje que correrán por el escenario, o incrementos de velocidad o potencia del salto. Interesantes “power ups”.
En los escenarios nos vamos a cruzar con todo tipo de enemigos, de los más inimaginables, como letras que forman un ladrido que sale de un perro, demonios que nos muestran su trasero, etc. También encontrarán ciertos objetos que pueden ayudar a Alex y a su novia en la travesía de los escenarios, desde objetos que dan puntos, hasta otros que nos permitirán disparar siluetas del personaje que correrán por el escenario, o incrementos de velocidad o potencia del salto. Interesantes “power ups”.
Pero lo que hace interesantísimo al juego, de verdad, son los obstáculos con los que uno se cruza en los diferentes escenarios. De verdad les digo uno no puede saber jamás con qué se va a cruzar, porque está lleno de sorpresas. Desde plataformas complicadas de superar, hasta una cuerda que nos lleva directo a la boca de un dinosaurio, inesperadamente. Difícil es expresarlo con palabras, solo tienen que jugar para verlo.
A su vez, este punto tan fuerte, es el que hace que los jugadores débiles quizás terminen odiando este juego: el título es realmente difícil; hay obstáculos que son difíciles de pasar, y aunque a veces uno pueda hacer uso y abuso del famoso “titileo” del personaje después de morir para superar algunos enemigos, esto no nos servirá al final de los niveles en los que, a pesar de no haber jefes, habrá un obstáculo de gran dificultad que tendrán que superar solamente con su habilidad. Acá no importa que tengan vidas infinitas o cosas así, acá deberán demostrar su habilidad como jugador.
La excesivísima dificultad quizás haga de este juego un cultivo de frutraciones… pero se puede.
Como ven Alex Kidd: The Lost Stars es un juego cuyo fuerte es la jugabilidad y lo que nos presenta el título en cada una de sus escenas, apoyados de unos gráficos agradables, y una música acompañante. A esto pueden sumarle el hecho de que se puede jugar con otra persona, a modo de dos jugadores en forma cooperativa, los dos al mismo tiempo, tal como en Contra, Battletoads u otros tantos juegos que, justamente, son recordados por lo divertido que era jugarlos con un amigo. En este juego se puede, y la verdad que es una experiencia muy recomendable.
Y creo que en estos párrafos resumí decentemente todo lo que tiene este juego para dar. Realmente, a pesar de su aspecto infantil o “para chicas”, es un juego muy recomendable y es un excelentísimo reto para esos jugadores que creen que pueden pasar cualquier cosa. Me imagino lo frustrante que sería jugarlo realmente, en el arcade, gastando una moneda tras otra.
Muy buen juego, cuya nota es un 7,9.
Hasta la próxima.
A su vez, este punto tan fuerte, es el que hace que los jugadores débiles quizás terminen odiando este juego: el título es realmente difícil; hay obstáculos que son difíciles de pasar, y aunque a veces uno pueda hacer uso y abuso del famoso “titileo” del personaje después de morir para superar algunos enemigos, esto no nos servirá al final de los niveles en los que, a pesar de no haber jefes, habrá un obstáculo de gran dificultad que tendrán que superar solamente con su habilidad. Acá no importa que tengan vidas infinitas o cosas así, acá deberán demostrar su habilidad como jugador.
La excesivísima dificultad quizás haga de este juego un cultivo de frutraciones… pero se puede.
Como ven Alex Kidd: The Lost Stars es un juego cuyo fuerte es la jugabilidad y lo que nos presenta el título en cada una de sus escenas, apoyados de unos gráficos agradables, y una música acompañante. A esto pueden sumarle el hecho de que se puede jugar con otra persona, a modo de dos jugadores en forma cooperativa, los dos al mismo tiempo, tal como en Contra, Battletoads u otros tantos juegos que, justamente, son recordados por lo divertido que era jugarlos con un amigo. En este juego se puede, y la verdad que es una experiencia muy recomendable.
Y creo que en estos párrafos resumí decentemente todo lo que tiene este juego para dar. Realmente, a pesar de su aspecto infantil o “para chicas”, es un juego muy recomendable y es un excelentísimo reto para esos jugadores que creen que pueden pasar cualquier cosa. Me imagino lo frustrante que sería jugarlo realmente, en el arcade, gastando una moneda tras otra.
Muy buen juego, cuya nota es un 7,9.
Hasta la próxima.