Ya estamos empezando a notar el avance de este nuevo año, sintiendo el fin de su primer mes. Y con este avance les presento otra de las nuevas secciones que tenía pensada para el blog, así como el
Rincón del MAME está dedicado a los juegos que salieron para las máquinas de arcade, la
ZonaWare dedicada a los juegos de la tienda virtual de Nintendo, hoy les presento el Portal del Cubo, una sección dedicada exclusivamente al Nintendo GameCube.
Quizás lo mejor, opino yo, sería dedicar la sección enteramente a la generación de los 128 bits, es decir, la generación del GameCube, el PlayStation 2 y la Xbox. Sin embargo, he de admitir que tengo más conocimiento en lo que refiere al GameCube, pero eso no quite que pueda llegar a comentar, algún día, juegos que no necesariamente pertenezcan al GameCube, aunque aún no hay algún título que entre en este apartado (como fue el caso de
ObsCure).
Respecto a la consola cúbica de Nintendo, yo siempre la veo como una incomprendida, como el hermano que vive a la sombra de sus gemelos, o ese personaje de un trío de amigos que es opacado por los otros, generando rechazo en los demás.
Sin embargo, siempre en el rechazado existen algunas virtudes muy buenas que unos pocos llegan a ver y a valorar bastante, y así es como veo al GameCube, una consola de gran valor que no es aceptada por muchos jugadores, ya sea porque no les simpatiza, porque prefieren los más “maduros” juegos de la competencia, o porque simplemente siguen el ganado que está de moda, prefiriendo a otras consolas.
Es cierto que las tres consolas de esa generación son muy buenas, pero sin embargo el GameCube siempre tuvo algo que me atrajo bastante, y por eso veo viable dedicar una sección a la misma, aprovechando que tengo muchos juegos que comentar.
Y antes de comenzar con el juego de hoy, mencionar que, como ya ha ocurrido con otras secciones (como los Orígenes), algunos artículos anteriores como el de
Luigi’s Mansion,
Kirby Air Ride,
XIII, o el de
The Lord of the Rings, pasarán a ser parte también de esta sección (sin embargo, algunos de ellos seguirán siendo parte, también, de su sección original.
El juego con el que voy a presentar esta sección fue el primero al que le puse manos encima apenas después de obtener la consola. Dentro de los muchos juegos con los que adquirí la consola, Super Mario Sunshine (junto con el Super Smash Bros Melee) resaltó desde un comienzo. Los juegos de Mario siempre llaman la atención, siempre son unos “must have” para todo coleccionista de Nintendo, y son juegos que, siempre que se de la oportunidad, hay que jugar.
Por eso, mientras me entretenía desbloqueando los secretos del Melee, me puse a jugar sin dudar a este interesantísimo juego de plataformas, que conozco desde las épocas en que compraba la Club Nintendo.
Super Mario Sunshine, lanzado en 2002, sorprendió por no ser un juego que acompañara al GameCube en su salida al mercado. En su lugar, lo hizo Luigi’s Mansion, en el cual se le hizo énfasis a ser un juego protagonizado totalmente por Luigi.
Pero no se hizo esperar la aventura totalmente protagonizada por Mario, y llegó en forma totalmente tropical.
El título se lleva a cabo en la Isla Delfino, un lugar paradisíaco al cual Mario, la princesa Peach y Master Kinopio (Toadsworth) deciden ir a pasar unas vacaciones.
Mientras viajan en un avión, se disponen a ver un video en el que se les muestra todo lo que la isla tiene para ofrecer a los turistas, y mientras Mario queda totalmente embobado mirando la comida que le ofrecerán al llegar, Peach nota una extraña figura que se pasea en el cuadro…
Al llegar a la isla, encuentra un lugar todo sucio, con grandes manchas de pintura que inundan y afean el lugar, y los residentes de la zona culpan a Mario de todo el daño causado. Por este motivo, Mario es obligado a limpiar toda la isla, a modo de castigo, con la ayuda de FLUDD, un extraño robot que lanza agua, creado por el Profesor E. Gadd (el mismo que aparece en Luigi’s Mansion), y con el cual podrán aumentar considerablemente las habilidades de Mario.
En el correr de la historia descubriremos que el verdadero malo no es nadie más que un misterioso personaje que se asemeja a Mario, creando toda una confusión y de paso, raptando a la princesa.
Gráficamente, el juego es exquisito. Superando totalmente lo visto de Mario hasta el momento, el apartado visual del título nos sumerge totalmente en un mundo tropical, paradisíaco, caribeño, en el cual incluso sentiremos el calor y la humedad del lugar (?).
Los lugares, como la misma Ciudad Delfino y las otras localidades del juego, como la Noki Bay, Ricco Harbor, el parque de diversiones y demás, son bastante extensos, llenos de detalles y realmente muy bien creados. A lo largo del título iremos conociendo las diferentes localidades de la isla con forma de delfín, cada una totalmente diferente de las demás.
Los enemigos abundan en tamaños y formas, así como los personajes habitantes de los diferentes lugares. Los detalles también estarán en cantidad, e incluso se podrán divisar diferentes lugares de la isla desde varios puntos. El apartado visual, entonces, es excelente.
De la música también hay muchos elogios que trasmitir, como nos tiene acostumbrados los juegos de Mario. Debo decir que a día de hoy, años después de haber terminado el título al 100%, hay melodías que siguen sonando en mi cabeza, y las sigo tarareando. Todas tienen ese aire tropical que inunda el juego en su totalidad, y cuando la situación lo amerita, sonarán melodías místicas, diferentes que le darán un buen aire al juego (atentos al Sand Bird Theme de aquí abajo)
La jugabilidad es, como cabe esperar, muy cómoda.
Mario responde muy bien al control. Mantiene muchos movimientos que hicieron característico y novedoso al Super Mario 64, y en su mayoría se realizan de la misma forma. Aún así, gracias al implemento del FLUDD, la cantidad de movimientos de Mario se verá incrementada. Gracias al este aparato, Mario podrá mantenerse un poco de tiempo en el aire, podrá moverse a gran velocidad (descubriendo cómo), e incluso podrá salir disparado como un cohete para alcanzar lugares altos.
Eso, sin contar la posibilidad a de montar a Yoshi, a quien obtendremos siempre y cuando le entreguemos la fruta que buscar.
Yoshi, podría decir, se maneja de modo similar al Yoshi’s Island de Super NES, es decir, tiene ese salto doble que se realiza al mantener presionado el botón A.
Cuando estemos montados a Yoshi, no podremos usar el FLUDD, pero sí podremos largar un asqueroso líquido directo desde su estómago (si, su propio vómito), que cumplirá la función de FLUDD en algunos casos, y ayudará bastante en otros. Eso si, prohibido tocar el agua con yoshi, porque se desvanecerá al instante.
El juego se divide por “misiones” que a su vez se dividen por “mundos”.
Cada uno de estos mundos es, en realidad, una zona de la isla, allí, habrán ocho misiones que llevar a cabo, que difieren totalmente entre sí, desde agarrar ciertas monedas, a ganar carreras, pasar una serie de obstáculos o limpiar ciertos lugares.
La idea principal, es agarrar cierta cantidad de “shines” (soles) para poder llegar al lugar donde se mantiene capturada a Peach. Si bien no es necesario agarrarlos todos para terminar el título, sí es divertido buscarlos para obtener el 100%.
Como ven, es un título que tiene mucho que ofrecer, y que tiene una jugabilidad que se presta bastante a rejugarlo, ya sea para obtener el 100% como para volver a jugar ciertas misiones que nos resultaron divertidas. Yo mismo tengo prometido volver a disfrutarlo algún día, realmente.
Además de todo, posee una historia divertida, que si bien no es profunda, no tiene ningún mensaje ni es la más espectacular del mundo, resultará interesante para todo seguidor de la saga, como una gran curiosidad.
Me animaría a darle una merecida nota de 10, ya que tanto gráficamente, como musicalmente y “jugablemente”, ofrece mucha calidad, pero pongámosle un 9 simplemente porque cuesta catalogar a un juego de “perfecto”.
Si poseen un GameCube, no duden en adquirir este título y ponerse a jugarlo porque es una gran opción para esta consola. Si odian al GameCube, recomendaría este título para que vean qué es lo que el cubo tiene para ofrecer. Es ampliamente recomendable, y para todas las edades.
Así voy terminando por hoy. Espero que la sección les haya gustado, y espero entregarles más información sobre los grandes juegos de esta consola y esa generación dentro de poco.
Saludos.