Grandes Hallazgos: Kuru Kuru Kururin

Cuando uno se pone a pensar en la cantidad de juegos que no salen de Japón o que no llegan a nuestras tierras, uno puede despreocuparse al ver tantas letras japonesas en los menús y demás, que ya sacan las ganas de jugar. Pero aquellos que se aventuran a intentar probarlos, pueden llegar a descubrir joyas que, probablemente, lamenten no tener en su respectivo idioma.
Los juegos japoneses son algo común en mi historia videojueguil porque los juegos de Family (la Famicom pirata que pueden ver acá) tenía copias truchas de muchos juegos de NES pero en su versión japonesa. Por esto mismo, yo no jugaba al MegaMan, sino que jugaba al RockMan.
Por otro lado, allá por el 2003, luego de esperar tanto tiempo a los pudieron-ser-mejores Pokémon Ruby & Sapphire, no hice más que jugar estos grandiosos juegos en japonés, y también, una de mis mayores logros personales, fue haber terminado el Pokémon Card GB 2, la secuela del Pokémon TCG que desgraciadamente nunca vino a esta parte del mundo (uno de los juegos que más lamento no haber visto en español).

Con todo esto, se hace evidente que deben existir muchísimas joyas en el mercado japonés que probablemente, si no investigamos, nunca lleguemos a ver, y quizás, un gran juego de GameBoy Advance que se les escape sea Kuru Kuru Kururin, un gran hallazgo que, si bien conocía ya hace tiempo, últimamente lo he estado disfrutando bastante.

Este curioso juego salió al mercado en marzo de 2001 en Japón y, para mi sorpresa a la hora de investigar, en junio del mismo año salió también en Europa.
Desarrollado por 8ing (quizás conocidos por hacer Tatsunoko Vs. Capcom, o el último Marvel Vs. Capcom) y distribuido por Nintendo, este es un juego digno de poseer en la colección e ideal para pasar el rato, nada de engancharse con historias complicadas y también, un juego ideal para prestar o entretener a algún hermanito menor, o quien sea. Eso sí, estamos ante un título demasiado adictivo, y lo digo por experiencia propia.

La historia es muy sencilla, y hasta podría decir que es estúpida… una mujer pájaro, pingüino, o ave-extraña-común-de-los-japoneses se encuentra caminando con su camada de hijos, vaya cantidad. Lo loco ocurre cuando, vaya uno a saber por qué, estos hijitos comienzan a irse uno por uno. La madre se desespera, y le pide ayuda a su hijo restante para que los vaya a rescatar…
Así es como con un aparato llamado “Helirin” (Heririn en los trofeos de Smash Bros.) y consejos de un amiguito, el protagonista se lanzará en búsqueda de sus diez hermanos, en muchos escenarios divididos en diez mundos…

El Helirin es una especie de helicóptero con hélices gigantes que no paran de girar, y eso es lo que veremos en la pantalla. Tal como muestra la presentación del juego, lo que deberemos hacer es manejar el Helirin con las flechas y evitar que el mismo choque contra las paredes, dirigiéndolo hacia el final de la pista.
Las primeras escenas son fáciles, a modo de introducción, y nos enseña que los corazones nos recuperan la vida (podemos chocar dos veces antes de morir al tercer toque) y de a poco se irá agregando dificultad conforme avance el juego, con nuevos obstáculos y trampas en el camino.
En algunas escenas podrán tomar diferentes objetos, como pinturas y variantes del Helirin que sirven para cambiar a nuestro antojo el color y el diseño de nuestra nave, además de los hermanitos que andan perdidos en las últimas escenas de cada mundo, a quien tendrán que llevar sujetos a la hélice.

Como ven por la descripción y por las fotos, Kuru Kuru Kururin es un juego muy simple que se vuelve adictivo, y que hace acordar a otros como Marble Madness o Cameltry (On The Ball) en el que debemos avanzar a través de escenarios bajo un simple concepto. Con gráficos simples que no hacen más que cumplir su cometido (los gráficos hasta son innecesarios en juegos como estos), variedad de escenas, gran cantidad, y muchos fondos distintos para no aburrir al jugador con tanta monotonía.
Por otro lado, una característica muy aplaudible y disfrutable del juego es la música, típica de juegos de Nintendo que acompaña y adorna muy bien el transcurso del juego.
La jugabilidad es buena, el Helirin responde excelentemente al control, además de que eligiendo la dificultad al comienzo del juego seleccionarán también el tamaño de la nave, y otro detalle a saber, que presionando A o B lograrán que la misma se desplace a mayor velocidad, y más rápida aún si presionan A y B a la misma vez.

Kuru Kuru Kururin contó con dos secuelas, una para el mismo GameBoy Advance, llamada Kururin Paradise, algo similar a la anterior pero con notorios cambios gráficos y algunos cambios en el control (como la posibilidad de rotar más rápido, característica que hace falta en el primero) y otro título para Nintendo GameCube con un apartado visual tridimensional bastante llamativo, Kururin Squash! Desgraciadamente, ninguna de estas dos versiones salieron fuera de Japón, cosa que se lamenta ya que entrarían en la colección.

Y así termina este nuevo artículo. Quizás algunos hayan sentido nombrar este juego, otros quizás no lo conozcan, pero se los recomiendo abiertamente para pasar un rato divertido y pasar el tiempo en esos momentos en los que no hay nada para hacer.
Con Kuru Kuru Kururin tendrán para rato, con su enorme cantidad de escenas, el modo Challenge, y un modo multiplayer en el que podrán conectar cuatro GameBoy Advance con un solo cartucho, que le agrega más vida al juego aún. Espero que para ustedes, este también sea un Gran Hallazgo :D

Hasta la próxima.